Restaurante de comida madrileña

Comida normal, casera y tradicional, en raciones abundantes. Conviene no pedir mucho, solo cuando veas lo que te ponen. Terraza cubierta al exterior y comedor restaurante en el interior, también hay mesas junto a la barra, pero es zona mas ruidosa. Los precios son algo altos, pero los platos son de buena calidad. El servicio es rápido, muy atento y amables. No se aparca con facilidad en las inmediaciones, salvo de pago.

La comida es muy buena. Nunca había tenido ningún problema, pero este fin de semana he realizado un pedido a domicilio y cuando ya había finalizado nuestro horario de entrega, nos llaman para decirmos que el pedido lleva allí media hora y que aún no se había presentado el repartidor.Al final nos la entregaron mucho más tarde y, claro, ya fría.Han reconocido que ha sido un error parte del restaurante y parte de la otra empresa.Todos cometemos errores pero, sinceramente, después de entregar un pedido de 80 € mucho más tarde y frío, esperaba algún tipo de compensación.

Si hay algo que debes hacer si vienes a Madrid de manera casi que obligada, es probar el cocido madrileño, y es ahí cuando empiezas a buscar lugares especialistas en en dicho plato, y encuentras muchos lugares donde lo preparan, pero es casi imposible obtener una mesa de un día para otro como en la taberna la Daniela, ya estando en el lugar, se destaca la atención del persona por atenderte y servirte, un reconocimiento paraticular a lo rápido en que te sirven, no pasaron tres minutos entre que ordenamos, ahí empieza el encanto, por que de entrada te llega el pan con unas salsa y de seguida aterriza la sopa, seguida de los garbanzos con la zanahoria, las papas y en un ter aterriza llegan las carnes y las bebidas, es mi primera vez probando el cocido, volveré para descubrir otros platos y vivir nuevos sabores, gracias chicos! Y si recomendados

Muy buenos callos en el corazón de Madrid. Me sorprendió que solo había un camarero para un puñado de mesas y el pobre no pudo ser muy amable porque no daba abasto, pero fue muy profesional. Los callos, repito, realmente buenos (sobre los 10€ la ración) y las cañas bien tiradas.

Restaurante tradicional donde fuimos a probar su famoso cocido y no nos defraudó. La sopa deliciosa, no dejamos ningún fideo y abundante cantidad de verdura y carnes.Ambiente agradable y servicio muy amable.Habíamos probado el cocido en otros sitios, pero sin duda, nos quedamos con este. Repetiremos seguro

Sitio recomendable para pedir comida para llevar, el menú de pollo, costillas y patatas riquísimo, el codillo también riquísimo. El pan de leña muy rico también y tienen más variedad de panes para elegir.Los postres tienen muy buena pinta, aunque todavía no he llegado a probar.El personal que trabaja en la tienda de Rivas muy amables, siempre te reciben con una sonrisa.

La comida estaba fenomenal, el servicio muy bueno, muy bien de calidad precio y sitio muy bien comunicado. Volveré sin duda. El cochinillo estaba para llorar de rico

A local tour guide recommend this restaurant as one of his favorites and it was one of my favorite meals in Spain! He said it was where the locals go and I can definitely agree with that. I loved that I could walk in and get a table (I went around 10pm or 22:00) and the food was amazing. I recommend the oxtail and jamon Iberica slices. I would definitely come back. Also the service is super friendly and nice. The restaurant is close to a lot of popular bars nearby and there was so much going on outside afterwards in the area which was fun to see!

Visita a este restaurante situado en la ciudad de Madrid donde tienen un local muy conocido en toda la ciudad por la zona de Moncloa. Se trata de un establecimiento especializado en cocina tradicional española con platos típicos como las croquetas, las bravas, los callos y demás que sirven en raciones o con otras opciones como carnes y pescados. En nuestro caso pedimos pulpo a la gallega que estaba bueno con unas patatas generosas y el pulpo bien de cocción, las croquetas que estaban buenas con un rebozado ligero y bien cremosas como me gustan, las bravas con ligero picor y buena fritura, los callos a la madrileña que estaban bastante buenos con la salsa que destacaba por encima sobre todo por su gelatinosidad, también una ensalada de burrata que aportaba frescor a la cena. Por último el cachopo que estaba bastante jugoso al venir con bastante queso y jamón, con el rebozado correcto para no ser excesivo. Además trajeron para empezar un pincho de tortilla pequeño por persona que estaba rico para entrar en la comida. Todo tuvo un precio de unos 100€.

Restaurante para repetir. Desde que te atiende Moisés, hijo de Ángel que es cuñado de Lucio, con una delicadeza extrema a Alberto en la mesa la atención es insuperable.Y de la comida para que hablar. Empezamos con unas almejas buenísimas, seguimos con los huevos rotos, los de la casa, como siempre, aquí nos pusieron una bandeja de tomates muy finamente cortados que eran para enloquecer por el sabor y seguimos con un solomillo en el punto pedido y riquísimo. Los postres igual. La tarta de queso, de las mejores que he comido (en la foto solo se ven los arándanos que la acomoñaban, lo siento) y por último el café exquisito. No se que marca será pero estaba buenísimo.Para terminar, agradecer a todo el mundo su atención y decirles que sigan así, como siempre.El precio, a tenor de la calidad de los productos. Unos 50-60€ por persona