Comedor social

Excelente centro, que brinda apoyo social a los más necesitados

Uno de los mejores restaurantes de todo el cerrato, por no decir el mejor. La compañía, las degustaciones previas de vino, etc, inmejorables.El dueño y chef es el mejor anfitrión que puede haber.

Comida vegetariana en un sitio sencillo, cómodo, con opciones muy ricas y sanas.El menú cuesta 7€ y puedes repetir.La idea de comer allí va más allá de la comida en sí. Se respira un ambiente cordial de gratitud y de gran espiritualidad.

Fui allí para buscar una hembra para mí pajarito pero solo tenían machos. Aún así le doy las 5 estrellas porque la atención fue buena y tienen buen alpiste.

Un chino típico de to la vida

Fui recomendado por un amigo y no volvería ni aunque fuera borracho. Los agapornis estaban tirados en una esquina cual perrillo abandonado, los faisanes no tenían ni plumaje, el loro, como cualquier loro, solo repetía lo que escuchaba y era un hielos lavida

Unai es el mejor!!

Comida vegetariana, de las mejores que puedes probar en Madrid.El precio es simbólico, así que más barato no vas a encontrar nada para comer.Ahora hay mesas en todas las zonas (antes había zonas donde podías comer sentado en el suelo). Antes del covid eran mesas a compartir con las personas que allí estuvieran.Otro cambio a destacar, es que ya no hace falta descalzarse para entrar.Las personas encargadas del local son encantadoras y te atienden de maravilla.Para los que no hayan ido nunca, la comida va cambiando en función de los días (es menú cerrado, primero, segundo, algo de picar, pan, bebida y postre) . Se sirve en una bandeja de metal y por lo general se puede repetir si te has quedado con hambre (cosa que dudo). Al terminar, recoges tu bandeja y la dejas en el sitio que corresponde.Si te apetece adentrarte un poco más en su cultura, puedes ir antes de comer a escuchar los cantos/rezos.Dato a destacar!!! La comida que sobra (y a parte hacen más cantidad de otros platos), la reparten a la hora del cierre, para personas con pocos recursos.

Mmmm uy bueno

La comidas es muy repetitiva, pero los-las volontarios-rias siempre tienen una sonrisa, y es algo que se agradece.